viernes, 14 de septiembre de 2012

ENTREVISTA A MAURICIO LAMBIRIS

 
Uruguay tiene un representante en el automovilismo argentino: Mauricio Lambiris, quien ingresó a la Copa Coronación en su primer año dentro del TC Mouras. Compite con un Ford del Alifraco Sport y resaltó en la primera competencia con la victoria conseguida por su invitado, el Gurí Martínez.
Si bien aún tiene que conseguir el triunfo para poder reclamar la corona, "Mauri" asegura que aprende en cada fecha y sigue sumando experiencia.
Nació en Montevideo. A los 6 años se mudó a Buenos Aires. Es el hijo mayor de Jorge y Gabriela. Es hincha de Ford. Fue amigo de Guido Falaschi y aunque se alejó del automovilismo este año decidió volver para destacarse en TC Mouras.

¿Cómo te acercaste al automovilismo?

Mi viejo corrió en SuperCar y Turismo Carretera pero era el clásico "tengo plata, voy y corro". Se iba con todos los amigos y siempre terminaba último pero le gustó siempre y le gustaban muchos las picadas.
Cuando tenía 5 años me llevó a ver una exposición de karting en Punta del Este y le dije: "Quiero andar". No tenía karting pero quería subirme, así que fue a hablar y lo tuve. Eran karts con jaulita y un tipo se subió al paragolpes de atrás. Me decía por dónde ir y cómo.
Al tiempo nos vinimos para Buenos Aires y me quedé con el tema del karting. A mi viejo le gustaba el automovilismo pero me decía: "Nene jugá al fútbol".
Para mi cumpleaños de 6 me preguntaron: "¿Que querés que te regalemos?" Y yo les dije que quería correr en karting, que me lleven. Mi vieja averiguó y había una escuelita de Matías Pelletieri.
Me llevaron y mamá me dijo: "Esto es por tu cumpleaños únicamente". Fui a andar y estuve toda la tarde.
Era en un estacionamiento de un supermercado abandonado cerca de un matadero. El olor era insoportable pero me encantó.
Mi vieja me contaba que después de esa primera vez estuve llorando dos semanas porque no me llevaban más. Por eso hablaron mis padres y dijeron: "Ya está: fútbol no va a hacer. Quiere correr en autos y va a correr en autos". Y ahí empecé la escuelita dos veces por semana durante 4 meses.


¿Cuándo empezaste a correr?

Algunos chicos de la escuelita corrían en la cancha de Nueva Chicago con los midget en óvalo de tierra. Un día vamos a ver la carrera y mi viejo le dijo que yo quería correr, entonces tenía que comprar un karting y había 7 u 8 a la venta pero no me gustaba ninguno.
Mi papá me decía: "Mauri tenemos que comprar un karting uno te tiene que gustar. ¿Por qué no te gusta? ¿Cómo te gustaría que sea?". Yo lo quería con la jaulita negra y los pontones amarillos. "Bueno no te preocupes", me dijo. Fue, le compró uno a cualquiera, lo eligió, fue lo pintó y al otro día lo tenía como yo quería con los colores de Peñarol.
Lo único que no tenía era casco. Como papá corría me dio el casco de él. Yo no tenía ni idea. Fui a largar la carrera. Me senté ahí y cuando se soltó el hilito salí. Me pasaron por donde querían. Corrí la primera, salí último y me dieron un premio me vine contento. A la siguiente volví a salir último. En la tercera carrera vengo andando el casco se me movía. Se me da vuelta y yo frené. Quedé clavado en el medio de la pista y levanté las manos. Armé un descontrol. Me pegó uno y salieron kartings por todos lados. Esa noche terminamos todos en la comisaría porque los padres se agarraron todos a piñas.


¿En qué momento decidieron pasar a la pista?

Cuando mejoramos y nos dimos cuenta que estábamos para más. Después del quilombo en tierra mi papá me dijo: "Está todo bien pero vas a tener que acelerar". Y yo le decía que aceleraba y hacía todo lo que me decían. El que ganaba era un chico que se llamaba Matías y mi papá le preguntó al padre si no me prestaba el auto para dar una vueltita.
Ponele que había que hacer 30 segundos y yo me subí e hice 28 y pico. Lo llamamos al mecánico y le contamos. Entonces vendimos el karting y compramos otro. Fui a correr y salgo último.
Ahí conocimos a un preparador que se llama Fernando Saporito que para mi fue y es de los mejores que hay. Con él hice toda mi carrera en karting.
Corrimos dos o tres carreras en tierra y las gané. Me lleva a pista. Debuté con 7 años en 50 c.c Standar.
Compramos otro karting y lo tuvimos que pintar del mismo color. El primer año en pista no me fue mal pero no ganaba. En el segundo año salí campeón en el campeonato bonaerense.
Pasé a 50 cc Libre y el primer año salí campeón y aparte era un asesinato porque tenía un motor y un auto terrible. Arrancamos el campeonato con 25 autos y terminamos con 7 porque ya no querían ni correr. En la novena fecha ya había salido campeón y las últimas 3 no las corrí.
Pegué el salto en la Pre Junior (125 cc) y en la primera carrera que corro, gano. Fue bueno el campeonato, llegué tercero. Al año siguiente corría en el campeonato metropolitano, que salgo campeón, en el Campeonato Bonaerense (2°) y el Campeonato Argentino (también 2°).
La Pre Junior fue buenísima para mí.
Al otro año dejé el Campeonato Metropolitano y corrí sólo en el Bonaerense y el Argentino. Y el campeonato Mercosur que sólo se corría en Brasil y Uruguay y había salido 3° en 1997. En 1999 salí campeón y me habían seleccionado para ir a correr a Italia pero no pudimos convencer a mi mamá. Yo ya tenía los bolsos armados.
Era la selectiva Petrobras, en la que quedaron seleccionados también Pechito López, Matías Milla, Esteban Guerrieri y otros.
Seguí acá. En 2001 fui Campeón de la Junior y al año siguiente salí subcampeón.
En el karting me fue muy bien. Después me fui a correr a una categoría que pensamos que era bárbaro y le pifiamos. Salí campeón pero ni se tomaba en cuenta.


Después del karting llegó la Fórmula.

Ahí me conoció Darío Gargiulo y me llevó a probar un Fórmula 1000 a Estancia Chica. En ese momento habíamos hecho un poder ante escribano para que me dejaran correr con 15 años. Me echaron pero no me importaba porque había salido segundo para mí.
Al otro año arranco con todo en Fórmula 1000. Había dos pilotos que conocían el autódromo de memoria. Uno es Mauro Tramontana que ahora corre en Turismo 4000 Argentino y un chico que se llama Jonathan Vázquez, que corrió una carrera el año pasado en TC Pista Mouras.
Como yo siempre salía tercero, estaba siempre peleando el campeonato. En Rosario vamos a definirlo y Mauro me pega. Me tiró mal. Me calenté. Rompí todo el auto y tengo que ir a boxes y era fija que tenía que abandonar. Esperaba que lo excluyan a él así podíamos definir en la última fecha, en La Plata. Y le dan "pase y siga" que era como perder dos puestos. Cuando me enteré me calenté. Se armó un quilombo bárbaro. Me echaron pero no me importó. De caliente me fui a la Fórmula Renault y no corrí más.


¿Se puede decir que son complicados los finales para vos?

Tengo un gran problema de reacción. Pero siempre dentro de lo justo. Yo no falto el respeto pero las injusticias no las puedo bancar.
No justifico la violencia pero tengo dos problemas graves: No me gustan que me griten y odio que no me miren cuando hablo.


¿Qué injusticias sentiste en tu carrera deportiva?

Tuve muchas en el karting porque no les gustaba que un uruguayo salga campeón argentino.
Me ha pasado de estar primero en una largada de Campeonato Argentino y que me hayan mandado 32 porque decían que me adelantaba y no me adelantaba. Llevábamos los videos pero después de la carrera el resultado ya estaba dado.
Iban en contra mío y siempre me la rebuscaba para ir adelante.


¿Qué pilotos recordás de tu infancia como rivales?

En karting, con Christian Bodrato Mionetto nos matábamos en la pista. Le decía pesadilla porque venía de atrás y me volvía loco.
Con Gastón Ferrante también peleábamos siempre, pero yo me fui a la fórmula antes que el resto y los que estaban conmigo siguieron en karting.


Competiste en Fórmula 1000 y luego Fórmula Renault.

En la FR arranqué y anduve mal. Al otro año empecé de nuevo y anduvimos bien aunque no peleamos el campeonato.
Un día me cansó porque veníamos del karting de ganar todo y fuimos a la Renault y nos costaba mucho.
Había cosas que no me cerraban. Diferencias entre los autos que teníamos y a mí nunca me tocaba el bueno así que ahí corté un rato largo. No hice nada. Corría en karting sólo porque lo tenía e iba a probar.
Empecé a estudiar y laburar en la empresa de mi viejo. Me recibí de Licenciado en Comercio exterior.


¿Cuándo decidiste volver a correr?

Justo se dio que mi tía es productora de un programa en Uruguay y le dieron la producción del campeonato de pista, tanto de karting como de turismo, y de rally. Me propuso ir a correr. Me presentaron a Jorge Burgos, que falleció el año pasado, pero fue un tipo que me cambió la visión del automovilismo. Me llevó a probar y no me cobró nunca nada. Fue una persona muy importante para mí. Me consiguió un auto. Lo que yo no podía pagar él lo conseguía.
En 2010 arranco el campeonato de Turismo Libre que está entre un Clase 2 y Clase 3 de acá. Andaba bien, venía puntero en el campeonato y en la sexta fecha tuve un accidente muy grave. Me pegué con uno y salí para el paredón de frente. Se metió todo el motor. Un desastre. Tuve fractura expuesta de tibia y peroné. Ahí se me cortó todo de nuevo.
Estuve un tiempo en Uruguay porque era una lesión grave. No me podía mover. Estuve en cama. Aparte de la frustración cuando dejé de correr, encima le sumamos el accidente este.
Dejé todo 2011 y me recuperé. Había tenido una prótesis. Me la sacan y quedo bien. Y ahí lo conozco a Carlos Arraña. Le comenté que corría en autos y él me contó que también lo había hecho.
Un día le dijo a mi viejo que quería hacerme correr. "Si vos no le das la plata, se la doy yo. Va a correr porque yo lo voy a llevar", le dijo.
Me llamó y me dijo: "Mirá que el fin de semana corremos en TC Rioplatense".
Ahí salí a comprar buzo, botas, casco, todo y vinimos al Rioplatense. Fue el mismo día que se mató Guido.


¿Cómo recibiste la noticia de la muerte de Guido Falaschi?

Me acuerdo que estábamos festejando. Habíamos venido a probar el viernes, quedé cuarto en carrera estábamos muy contentos y vino la mamá del dueño del equipo y dijo: "Se mató un chico del TC". Nos pusimos mal pero no sabía quién era. Hasta que me dijo "Guido Falaschi". Estaba toda mi familia.
A nosotros el camino nos separó pero cuando éramos chicos éramos amigos. Yo a Graciela le decía tía. Guido era para mi viejo y su mujer era como un hijo más. Venía a casa a comer.
No lo podía creer. Vamos a una tele y lo estábamos mirando. La mujer de mi viejo llorando desconsolada. Era un chiquito que lo habíamos tenido en casa comiendo con nosotros.
Guido llegó a ser el novio de mi hermana y corría conmigo en el equipo de Fernando Saporito. Estábamos todo el día juntos.
Todo mal: cada vez que me subía a un auto de carrera algo pasaba. Llegué a casa y me dijeron no corre nunca más.
A mí me encanta correr en autos pero no podía ir en contra de lo que paso que me dolía a mí. No corrí el resto del campeonato.


¿Y cómo surgió la propuesta de hacer TC Mouras?

En vacaciones Arraña empezó a hablar con papá. Yo me empecé a convencer también porque se me habían pasado un poco las ganas. La convencimos a mi vieja y a la mujer de mi papá, Sandra, que es como una segunda mama para mí.
Y arrancamos con el proyecto de Mouras. Me habían preguntado qué auto quería y yo estaba enfocado que quería el auto del Kuki y se consiguió. Vinimos a probar el viernes antes de la primera carrera. Conseguimos al Gurí, que es un fenómeno de verdad. Y ahí arrancamos este año. La primera fecha fue redondita.


¿Crees que este año pudiste remontar en tu carrera deportiva?

Este año nos fue mejor de lo que esperábamos. Creo que fue el más difícil y en el que más tuve que hacer bien las cosas para estar ahí. Creo que no estamos como deberíamos estar porque de 9 carreras hubo 4 que no sumamos. Si hubiera por lo menos llegado entre los 10 en esas estaríamos más arriba.
Lo bueno es que en cada carrera que hago mejoro más físicamente. El año pasado estuve hasta septiembre con el yeso. Llegué a pesar 96 kilos. No podía hacer nada. Estaba acostado en una cama. Hoy peso 85,5 y tengo para bajar más todavía.
La ventaja que veo es que estamos peleando contra pibes que vienen corriendo en TC Mouras o TC Pista Mouras hace 2 o 3 años. Ellos ya tienen experiencia y no tienen tanto para aprender como yo, que en cada carrera que vengo es notoria la mejora.
La verdad que después del karting, si bien tuvimos resultados buenos y cosas lindas, no demostré nada. En Uruguay me tenían como uno de los mejores pilotos pero la realidad es que el nivel allá es muy pobre. Tenés dos o tres pilotos buenos y el resto va porque va.

¿Por qué crees que el nivel automovilístico es malo?

Allá no hay plata. Pasa en todos los deportes. No hay publicidad, no hay gente que quiera invertir. Así que cada uno corre con su plata.


Sos representante de Ford. Pero ¿sos hincha de la marca?

Soy hincha a full. Nunca cambiaría de marca, ni loco. Siempre Ford.


¿Te gusta otra categoría?

Me gusta todo lo que tenga que ver con la ACTC, del TC para abajo. Y el TN que me gustó toda la vida. Me encanta. Amo el TN. Pero a mi viejo no le gusta por los golpes.
Yo corrí en Uruguay en una categoría de ese estilo, así que me sentiría más cómodo.
Lo que tiene de malo compartir ese tipo de categorías es que venís con la idea de la otra, vas a la chapa y acá perdés.
Es muy distinto manejarlo. Mucho más agresivo. Pero a mí me gusta mucho.


¿Qué tenés planeado para el año que viene?

La idea es hacer TC Pista pero primero me tienen que dar la habilitación y me tiene que ir bien acá y conseguir el presupuesto.


¿Cuál es tu circuito preferido?

El que me más me gusta para manejar es 9 de julio y Rafaela también me divierte.


Un referente:

El Gurí me gustó siempre y si bien no corrió con la marca, Patita Minervino me gustaba. El ídolo es obviamente siempre el mismo: Traverso. No hay otro. El mejor piloto que tuvo toda la argentina.

Lia Camps ( PISTAS ARGENTINAS )
 
 

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